La Luna de Tau Volantis
La Luna de Tau Volantis es un satélite mutado perteneciente al planeta Tau Volantis y antagonista principal de la saga.
La Luna es un Necromorfo de tamaño masivo, una de las lunas de los Hermanos que son el origen de las señales de las Efigies. Es el resultado de un incompleto evento de convergencia: la última etapa de la evolución necromorfica. La Luna sirve como el jefe final de Dead Space 3.
Historia[]
Formación[]
En un punto no especificado en el pasado, la civilización alienígena originaria de Tau Volantis descubrió una Efigie Negra. Influenciados por la señal de la Efigie, los extranjeros estudiaron la Efigie y crearon numerosas copias, tal vez por la reverencia religiosa o con el fin de aprovechar la energía casi ilimitada que ofrecen los dispositivos. Las Efigies finalmente engendraron un brote de Necromorfos y como la plaga invadió al planeta, la Efigie Negra inició un evento de convergencia.
Millones de Necromorfos y cadáveres fueron arrojados en órbita por la Efigie, donde se reunieron en una masa agregada que se asemejaba a un planetoide o una luna. Los alienígenas supervivientes, presumiblemente después de haber pasado sus últimos meses y años preparándose para tal evento, activan una máquina de terraformación masiva que formó una luna. La máquina fue diseñada después de tirar de la Luna en el planeta y aplastarlo, pero por razones desconocidas la máquina no funcionó bien. La recién formada luna permanecía en órbita, incapaz de moverse, pero todavía capaz de proyectar su señal telepática a cualquier Efigie cercana.
Renacimiento[]
Después, Jacob Danik desactiva la máquina alienígena en Tau Volantis, la Luna fue capaz de empezar a completar el evento de convergencia que había comenzado hace mucho tiempo. Cuando Isaac Clarke reactivó y completó la máquina, la Luna chocó con la superficie del Tau Volantis y fue destruida. Antes de dejar el planeta a la Tierra, Ellie Langford confirmó que la señal de una Efigie en la Luna había cesado. Sin embargo, este no fue el fin de la amenaza Necromorfa: antes de morir, la Luna se acercó a sus hermanos latentes en toda la galaxia, despertandolos de su hibernación. Las otras lunas empezaron a transmitir la señal de nuevo, permitiendo que las infestaciones Necromorfas en Tau Volantis y en otras partes se reanudaran.